Las personas necesitamos la comunicación para vivir en sociedad. Necesitamos saber qué hacen los demás y, muchas veces, adaptarnos a ellos.
Nuestras células, al igual que nosotros, también viven en sociedad, pero dentro del cuerpo humano. Las células necesitan saber qué está sucediendo en otras partes del cuerpo. Para ello, producen moléculas que sirven como cartas de amor dentro de una botella de cristal que otras células captarán con sus antenas, conocidas como cilios primarios.
Aitor Mòdol, estudiante de doctorado en el grupo de investigación Función de los microtúbulos y división celular, liderado por Isabelle Vernos en el Centro de Regulación Genómica (CRG), explicó con detalle cómo funciona esta comunicación intercelular. La charla del joven investigador, de menos de 10 minutos, se enmarcó dentro de la primera edición de la Biennal Ciutat i Ciència, una iniciativa que ofreció, a lo largo del mes de febrero, más de 70 actividades de divulgación científica gratuitas en diferentes instituciones de la capital catalana, entre ellas el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB).