Un equipo de biología computacional del Centro de Regulación Genómica (CRG) ha participado recientemente en un estudio que ha arrojado luz sobre porqué una misma mutación puede a veces causar cáncer y otras no. El estudio ha concluido que el secreto está en las interacciones entre mutaciones.
El equipo ha utilizado datos del The Cancer Genome Atlas (TCGA) para analizar las redes de interacciones que existen entre las alteraciones genéticas de más de 200 genes presentes en más de 10.000 tumores humanos. Así han comprobado que la capacidad de una mutación de provocar cáncer depende de su relación con otra mutación e incluso de esta pareja de mutaciones con una tercera. Es decir, la mejor manera de atacar una mutación cancerígena podría ser, de hecho, atacando una 2a o 3a mutación relacionada.
“Hasta ahora la investigación suele enfocarse en las alteraciones en un único gen sobre el que actuar con fármacos, pero estos resultados implican que hay que considerar las asociaciones entre distintos genes implicados en cáncer”
Solip Park, Jefa del Grupo de Genómica Computacional del Cáncer del CNIO y coautora del estudio.
Con estos resultados se podría mejorar el diagnóstico genético y, con ello, facilitar la búsqueda de dianas terapéuticas que fueran dirigidas hacia una o más de las mutaciones que intervienen en un mismo tumor.
Park, S., Supek, F. & Lehner, B. Higher order genetic interactions switch cancer genes from two-hit to one-hit drivers. Nat Commun 12, 7051 (2021).