Las bacterias de la especie Bacillus subtilis tienen capacidad de memoria — pueden almacenar información sobre sus condiciones pasadas — y la generan de manera similar a como lo hacen las neuronas: controlando el flujo de iones a través de su membrana celular. Así lo confirma el estudio en el que ha participado personal investigador del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud, Universidad Pompeu Fabra (DCEXS-UPF) y la Universidad de California en San Diego (UCSD). El descubrimiento revela un paralelismo entre los organismos unicelulares y las neuronas que procesan la memoria a nuestro cerebro, mucho más complejas.
Antes de llegar a este resultado, el mismo personal científico descubrió en un estudio previo que las bacterias en los biofilms — colonias de bacterias que cooperan para proteger a sus habitantes de amenazas externas como los antibióticos — usan señales eléctricas para comunicarse. Estas señales consisten en átomos cargados (iones) que entran y salen de la célula, y su propagación permite la comunicación entre bacterias.
Para demostrar la capacidad de memoria de B. subtilis se usó luz para variar este flujo de iones. «Observamos que dos bacterias vecinas se comportan de forma diferente, dependiendo de si han recibido luz o no. Estas bacterias se siguen comportando de modo diferente incluso horas después de la iluminación», confirma el investigador del DCEXS-UPF Jordi Garcia-Ojalvo.
El resultado puede inspirar nuevos enfoques en biología sintética, pues la capacidad memorística en bacterias puede ser muy relevante a la hora de diseñar sistemas computacionales complejos con organismos vivos.
Chih-Yu Yang et al. Encoding Membrane-Potential-Based Memory within a Microbial Community. Cell Systems, April 2020. https://doi.org/10.1016/j.cels.2020.04.002.