El año pasado conocíamos la noticia que el Hospital del Mar y el Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Biomédicas (IMIM) habían “fotografiado” el momento exacto en que los pacientes anestesiados con propofol perdían la consciencia. Ahora, el mismo equipo ha identificado qué áreas del cerebro reaccionan al dolor durante la sedación profunda y cuándo los pacientes anestesiados dejan de percibir este dolor.
Para ver qué zonas del cerebro se activan ante el estímulo del dolor y cuándo dejan de estar activas por la administración del fármaco analgésico, el equipo monitorizó por resonancia magnética a 26 voluntarios y voluntarias. Sedados con propofol, se les aplicó un estímulo doloroso al presionarles la uña del pulgar. Y gradualmente, se les fue administrando remifentanilo, un potente analgésico derivado de la morfina. Los resultados mostraron que las dosis altas de remifentanilo son capaces de inactivar tanto las zonas cerebrales que impulsan al paciente a despertarse como las zonas donde se aplica el dolor.
“El dolor no solo se padece en la zona del cerebro que se corresponde al área anatómica estimulada. Tiene un componente de estrés biológico que activa otras zonas del cerebro y genera una respuesta fisiológica”
Juan L. Fernández Candil, Hospital del Mar
Actualmente la dosificación de la anestesia se realiza basada en las constantes vitales y no en función de la respuesta del cerebro. El presente estudio “nos enseña que se podrían ajustar aún mejor las dosis de los fármacos si queremos eliminar también otros elementos del estrés que el cerebro padece más allá del dolor estrictamente”, concluye Jesús Pujol del Hospital del Mar.
Pujol J, Martínez-Vilavella G, Gallart L, Blanco-Hinojo L, Pacreu S, Bonhomme V, Deus J, Pérez-Sola V, Gambús PL, Fernández-Candil J. 2022. Effects of remifentanil on brain responses to noxious stimuli during deep propofol sedation. Br J Anaesth. doi: 10.1016/j.bja.2022.06.038.