«Cosas que nunca creeríais: de la ciencia ficción a la neurociencia»

Este San Jordi te recomendamos el último libro del investigador Rodrigo Quian Quiroga sobre filosofía, el cerebro y películas de ciencia ficción.

El libro del investigador del Hospital del Mar Research Institute se adentra en los misterios del cerebro y los últimos e increíbles avances de la neurociencia.

El reciente libro del físico y neurocientífico Rodrigo Quian Quiroga es un paseo por las grandes preguntas de la filosofía a través de películas clásicas de ciencia ficción y de los más recientes y apasionantes avances de la neurociencia. Unos avances que cada vez reducen más la ficción y nos acercan a futuros que otrora parecerían imposibles.

En el primer capítulo nos adentra en el clásico “2001, Odisea en el espacio” para ir de la computadora HAL a la inteligencia artificial (IA) que ganó 4 a 1 a uno de los maestros de Go, el milenario juego chino de estrategia. Así, reflexiona sobre si las máquinas pueden algún día llegar a tener la misma inteligencia que los humanos, entendida como nuestro sentido común y la capacidad de encarar problemas de distintas maneras, la capacidad analítica.

A través de “Blade runner”, el segundo capítulo nos interroga sobre si una máquina puede llegar a pensar y tener conciencia de su existencia – teniendo en cuenta que todavía no podemos siquiera explicar qué significa realmente la conciencia… El autor, actualmente investigador en el Hospital del Mar Research Institute, fue precisamente el descubridor de las neuronas concepto, y cree que estas están precisamente ligadas a nuestra conciencia y capacidad de abstracción y generalización, de aplicar lo aprendido en una tarea a otra distinta – lo que nos hace realmente humanos.

Con el tercer capítulo “El planeta de los simios”, Quiroga pasa de las máquinas a los animales para plantear preguntas parecidas. Hoy en día sabemos que los animales son mucho más inteligentes de lo que creíamos antaño, pero ¿son conscientes? ¿Se hacen preguntas? ¿Pueden razonar? A pesar de mostrarnos algunos ejemplos de animales con capacidades extraordinarias, incluso para ponerse en el lugar de otro individuo y entender cómo piensa para actuar en consecuencia, el autor concluye que, de nuevo, la capacidad de abstracción es única de los humanos.

Matrix” es otro de los clásicos de ciencia ficción que aparecen en el libro, una película que recupera una idea tan antigua como la que planteara Platón en su alegoría de la caverna. ¿Existe en realidad lo que vemos?

Hasta el fin del mundo” es la película que lleva al autor a dar un paso más allá en sus preguntas. Si la mente no es más que el resultado de la activación de millones de neuronas, ¿podemos leer la mente midiendo la actividad cerebral? Quizás no podemos todavía, o no podamos nunca, de forma muy concreta, pero la ciencia ha demostrado ya que es posible predecir grosso modo qué está viendo o pensando una persona a través de imágenes de resonancia magnética de su actividad cerebral.

El sexto capítulo se adentra en el futuro – ¿podemos predecir las acciones futuras de un individuo? “Minority report” es el filme que le lleva a hacerse esta pregunta. ¿Está todo determinado? ¿Somos realmente libres? Reflexionando sobre lo que el autor llama la ilusión del libre albedrío, aprovecha para contarnos experimentos que muestran que se puede manipular la toma de decisiones sin que las personas se den cuenta.

Quiroga aprovecha la premisa de “Robocop” para hablar de recientes avances en neurociencia que nos permiten ya vislumbrar la posibilidad de usar prótesis neuronales para restablecer (o incluso aumentar) los sentidos. También da pie la película para cuestionar el significado de la identidad (¿es un brazo biomecánico todavía parte de nosotros, de nuestra identidad?).

La película “Inception” da lugar, como no podría ser de otra manera, a un análisis de los sueños, su función y el papel del cerebro y la memoria en ellos. Sabemos ya que dormir (especialmente el principio del sueño, la fase no-REM) tiene un papel clave para afianzar la memoria. Pero ¿y los sueños? Quiroga argumenta, basándose en recientes estudios, que los sueños (mayoritariamente en la fase REM) nos ayudan a poner en contexto las nuevas memorias, y por tanto no sólo a recordar, sino a aprender.

Quiroga argumenta en capítulos anteriores que nuestra identidad depende de nuestra memoria, nuestros recuerdos. Pero también nos muestra como de maleables pueden ser. ¿Podrían entonces nuevos recuerdos ser introducidos en nuestro cerebro y cambiar nuestra personalidad? En el capítulo enfocado en la película “Total recall”, el autor discute precisamente la manipulación y el implante de la memoria.

Abre los ojos” cierra el libro con uno de los temas que más han atraído a los humanos: la inmortalidad. ¿Podríamos, como en la película de Amenábar, algún día preservar nuestro cerebro, y así perpetuarnos más allá de la muerte? ¿Y mantendríamos así nuestra identidad?

A lo largo de más de 300 páginas, Quiroga va mostrando las distintas respuestas dadas a esta y otras preguntas a lo largo de la historia de la filosofía, contrastándolas con los descubrimientos de la neurociencia en las últimas décadas. Unos descubrimientos que desdibujan cada vez más la línea entre la ciencia y la ficción, pero que no cambian, de momento, la premisa con la que el investigador acaba el libro: no somos inmortales, y la muerte nos da, de hecho, una urgencia de vivir y disfrutar el tiempo que nos toca.

Por ejemplo, leyendo libros como este.

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