Los biohackers son los soldados de infantería de la próxima revolución en biotecnología y medicina, dispuestos a hacer lo que otros no pueden o no quieren, dice Ryan Bethencourt de Berkely Biolabs. Las impresoras 3D, los cortadores láser, el hardware Arduino y los protocolos compartidos públicamente son la base de los laboratorios de biohack como Biocurious, fundados en 2011 en Silicon Valley.
2015 ha sido el año en el que se ha establecido DIYBio Barcelona, impulsado principalmente por Alvaro Jansà, ex investigador de GRIB y Núria Conde del laboratorio de Ricard Solé en el Instituto de Biología Evolutiva (IBE: CSIC-UPF). Ellos han organizado el taller «Construyendo un microscopio con su teléfono» durante la jornada de puertas abiertas de PRBB – que estuvo lleno y fue todo un éxito – y actualmente están presentando algunas de sus creaciones en la exposición + Humans en el CCCB.
El Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB) participa directamente en dos proyectos de biohacking. La primavera pasada, el parque colaboró en el proyecto artístico “EXOglands radical dynamics: fluids, tissue & bloody self-awareness enhancement bionicLAB” de Klau O.jamett y Paula Pin de la comunidad GynePunk en Ca la Fou. Y en 2016, Hangar, en colaboración con el PRBB, anunciará convocatorias abiertas para “Prototyp_ome”, financiadas por la Fundación Daniel & Nina Carasso. El proyecto consiste en residencias en un biolab equipado recientemente en Hangar, que incluye estancias cortas en tres laboratorios «reales» en el PRBB. Investigadores de PRBB, ¿estamos listos para establecer nuestro propio laboratorio de biohacking aquí en el parque?