Donar el cuerpo a la ciencia es ahora posible en la UPF

La UPF lanza un programa de donación de cuerpos para ofrecer una docencia de calidad a sus estudiantes de medicina.

Para donar el cuerpo a la ciencia se debe ser mayor de edad y firmar el trámite presencialmente en la UPF, donde se proporciona un carnet de donante autorizado. Foto de Online Marketing en Unsplash.

Este curso 2023-2024 ha sido el primero en el que la Universidad Pompeu Fabra (UPF) ha decidido coordinar ella misma su propio programa de donación de cuerpos. Bajo el lema “Gracias a ti”, buscan mejorar la formación de los estudiantes de medicina gracias a las personas donantes. Y es que la anatomía es una disciplina esencial en esta carrera, y poder ver un cuerpo humano por dentro hace que el personal médico del futuro esté mejor preparado.

La donación es un acto anónimo y totalmente altruista, sin ningún tipo de compensación económica, pero que en cambio contribuye enormemente al aprendizaje de los alumnos de medicina. También aprenden con realidad virtual y simulación clínica, pero poder coger un bisturí, cortar, diseccionar, ver los nervios, los músculos, los órganos… es, en definitiva, un recurso vital para la formación de los y las estudiantes de medicina del futuro, que no sería posible sin el gesto de los donantes.

«Sin este acto no sería posible mejorar la formación de los profesionales de la medicina del futuro».

Joan Ramon Masclans, decano de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Vida de la UPF.

Para ser donante, solo es necesario ser mayor de edad, contactar con la UPF por teléfono o correo electrónico y concertar una cita para hacer el trámite de manera presencial en el Campus Mar de la universidad. Allí se recibe un asesoramiento personalizado, donde se firma la filiación al programa acompañado de un testigo firmante. Una vez realizada la gestión, el o la donante debe explicarlo a sus amigos y familiares para que, en el futuro, se pueda respetar su voluntad. Cuando llega el momento, la UPF se encarga de coordinar el proceso. Se traslada el cuerpo de la persona donante (siempre y cuando esté dentro del área metropolitana de Barcelona) hasta la universidad, donde el estudiantado podrá aprender. En caso de no tener capacidad para acoger el cuerpo, este se puede trasladar a otra Facultad de Medicina del estado español y, una vez finalizado el uso, los restos se incineran.

En definitiva, donar el cuerpo a la ciencia es un acto altruista que favorece el aprendizaje de los futuros profesionales de la salud y que ahora, también es posible hacerlo en la UPF.

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