25N: erradicar la violencia contra las mujeres también es responsabilidad de la ciencia

Para celebrar el día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres, Blanca Paniello-Castillo, estudiante de doctorado en ISGlobal, reflexiona sobre la situación actual.

El día 25 de noviembre se celebra el día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres, aún hoy muy necesario.

Hace ahora un año, con motivo del 25N – el día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujerescompañeras de Women In Global Health Spain (WGH Spain) y del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) reflexionábamos sobre la situación de la mujer y sus derechos a escala global, con casos tan alarmantes como el de Gisèle Pelicot en Francia,  la crítica situación de las mujeres en Afganistán, o la elección de un hombre condenado por abuso sexual, Donald Trump, como presidente de Estados Unidos. Aunque estos problemas persisten y suponen una amenaza para los derechos fundamentales de las mujeres, no hace falta ir tan lejos; podemos reflexionar sobre el estado de la violencia hacia las mujeres en nuestro propio territorio.

Este 2025, las mujeres hemos vuelto a ser objeto de violencias institucionales evidentes, crueles y profundamente injustas. En Madrid, se ha presentado una propuesta al Ayuntamiento autonómico afirmando que el aborto provoca consecuencias negativas para la salud, sin ningún tipo de base científica. El llamado “síndrome postaborto” no es más que una estrategia de estigmatización de un derecho fundamental como es el aborto. Este discurso difunde desinformación con el objetivo de culpabilizar a las mujeres y de dificultar un acceso seguro a un servicio que debería estar plenamente garantizado por el sistema de salud pública, independientemente del partido en el gobierno o de la comunidad autónoma donde se viva.

«Este 2025 hemos visto varios ejemplos de violencia institucional contra las mujeres en España»

Blanca Paniello-Castillo (ISGlobal y WGH Spain)

Pero este no es el único ejemplo. El sistema de salud pública, que recordemos es de todas, ha sufrido un grave golpe de confianza a raíz de un alarmante error de gestión en el cribado de cáncer de mama en Andalucía, dejando a más de 2.000 mujeres sin los resultados de una prueba diagnóstica esencial. Hay que remarcar que este hecho no es responsabilidad de los profesionales sanitarios, que continúan haciendo su trabajo con rigor y compromiso, sino que responde a una gestión administrativa opaca y a una falta de recursos sostenidos. Un error de esta magnitud pone en riesgo vidas, vulnera el derecho a la salud y supone un retroceso en cuanto a equidad y justicia sanitaria.

Acoso sexual y abuso de poder en el ámbito académico y sanitario

El mundo de la ciencia no es distinto; también aquí existe una violencia estructural que afecta a muchas mujeres. A raíz del caso de acoso a Jennifer Hermoso durante el pasado Mundial de fútbol femenino, un episodio donde se puso en duda el papel del feminismo y la lucha por la igualdad de género, un grupo de investigadoras de ISGlobal, WGH Spain* y de otros centros de investigación, decidimos recoger testimonios dentro del ámbito sanitario y académico, inspiradas por el movimiento #SeAcabó.

En el estudio, que publicamos en The Lancet Regional Health – Europe, analizamos 345 testimonios de mujeres del sector. Los datos son contundentes: el 74% de las mujeres afirma haber sufrido acoso sexual en algún momento de su vida. Más del 45% describe una normalización de conductas abusivas, ya sea por abuso de poder o de carácter sexual. Sin embargo, sólo un 6,7% denunció o comunicó su caso a la institución, y tan solo en un 1,4% de estos casos hubo consecuencias negativas para el acosador.

En una encuesta a mujeres de los sectores académico y de la salud en España, el 74% afirmó haber sufrido acoso sexual en algún momento de su vida.

Un necesario plan de acción

La elevada normalización del acoso sexual y el bajo porcentaje de denuncias ponen de manifiesto la necesidad de transformar de manera urgente el entorno cultural e institucional. Las mujeres debemos poder sentirnos protegidas y escuchadas, y las instituciones deben garantizar que no haya espacio para ninguna forma de acoso.

Por eso pedimos:

  • Desnormalizar el acoso y reforzar la sensibilización a través de formaciones transversales y continuas, que vayan más allá del simple checklist.
  • Asegurar políticas integrales de prevención, que garanticen la tolerancia cero y sitúen a las víctimas en el centro, incluyendo planes de recuperación y sistemas de apoyo reales e independientes.
  • Garantizar la accesibilidad y difusión de los protocolos de acoso existentes, para que todas las personas conozcan sus derechos y los mecanismos de protección disponibles.
  • Incorporar prácticas de seguimiento, evaluación y aprendizaje que permitan conocer, entender y analizar la explotación, el abuso y el acoso con una mirada interseccional que tenga en cuenta factores como el estatus migratorio, LGBTIQ+, entre otros.
  • Promover liderazgos transformadores en género que, de forma interseccional, trabajen para romper los fuertes desequilibrios de poder arraigados en el ámbito académico y sanitario.

Pedimos muchos cambios, sí, pero son necesarios. Por eso espero que, el año que viene, esta reflexión para el 25N pueda ser más optimista. De lo que sí estoy segura es de que, hoy y siempre, seguiremos trabajando por una sociedad más justa, equitativa y segura para todas.

*Women in Global Health Spain es una asociación fundada en 2021 con el objetivo de contribuir de forma significativa a la justicia y equidad de género de forma transversal en todos los ámbitos de la salud.

A través de proyectos de investigación, campañas de divulgación y acciones de incidencia política, trabajamos para impulsar una transformación real y sostenible en el sistema sanitario y en las instituciones.

Conoce más sobre nosotros aquí: https://wghspain.es/

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *